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miércoles, 28 de diciembre de 2022

La muerte de un interés especial

Si alguna vez alguien te dice que eres tú quien elige tus intereses especiales, por favor dile de mi parte que eso es una mentira cochina. Porque si de verdad pudiera controlar qué me gusta y qué me deja de gustar, yo no estaría escribiendo este texto.

Pero sí… Digamos que estoy de luto por dos intereses especiales, y creo que solo un puñado de gente puede llegar a entender cómo me siento. Pero afortunadamente, esto es mi blog, así que puedo explayarme con la seguridad de que el peor escenario posible es que tenga que borrar algún que otro comentario fuera de tono.

Antes de empezar, dejad que os cuente algo que a mi novia y a mí nos asusta mucho: el día que Bob Esponja oficialmente termine. No por mí, por ella. El día que Stephen Hillenburg murió fue bastante duro para ella, hasta el punto de que su buzón de entrada en Tumblr se llenó de mensajes de gente preocupada por su bienestar porque saben lo importante que es Bob Esponja para mi chica. Así que claro, el día que ya no haya más Bob Esponja… Bueno, solo espero que no sea el mismo día que confirmen que no habrá más Pokémon, o la tenemos.

Así que sí, lo “bueno” de mi situación actual es que ninguno de esos intereses especiales es Pokémon, así que no es algo que vaya a peligrar mi bienestar como persona autista. No obstante, debido a la naturaleza de la muerte de estos dos intereses especiales, no puedo evitar mirar ciertas cosas con más cinismo del normal. Que sí, que sé que últimamente estoy a lo “mirad, sé que es cínico, ¿vale?”. Pero os prometo que después de leer todo esto me vais a entender mejor.

Voy a empezar hablando del que me es más fácil de compartir: Cats vs Pickles. He intentado ver si estos pequeños peluches se venden en España, y por lo menos Juguettos no los tiene en su página web, así que asumiré por ignorancia que no están en venta. Bueno, dejad que os diga que es mejor así, vais a ahorraros muchísima frustración.

La idea de estos peluches es que están inspirados en una premisa simple, pero absurda: los gatos tienen miedo de los pepinos. Hay suficientes vídeos en Youtube para comprobar que este hecho es cierto, así que no asustéis a vuestres gatetes.

¿Problemas? Que estos peluches son vendidos como “peluches coleccionables” o algo así. Como los Beanie Babies de los 90… Incluido el hecho de que realmente no tienen tanto valor como alguna gente se piensa. Aparte, el modelo principal de peluche suele ser vendido en… ¡BOLSAS SORPRESA! Y sí, odio las bolsas sorpresa.

Es un peluche en blanco y negro que recuerda a la vez a Edgar Allan Poe y a un gato. Edgar tiene un cuervo en su pata derecha.
Y la cosa que más me ha enfadado de esto. Mirad, antes de julio, podía gastarme unas 100 libras al mes, más o menos, en diferentes peluches y demás, lo cual realmente no es mucho. No obstante, el hecho de que están sufriendo de lo que voy a llamar el síndrome de Bob Esponja (el afán de ordeñar la vaca con spin-offs sin sentido y que realmente no aportan nada, desviando atención y recursos del contenido original) y que ahora su mentalidad de “Todo para Estados Unidos” hace que más de la mitad de las cosas no salgan de ahí, ni siquiera hacia Canadá. Como, por ejemplo, un peluche inspirado en Edgar Allan Poe. ¿Lo queréis? Bueno, pues si no compráis determinadas bolsas sorpresa en Estados Unidos, ¡nunca más! Y así, muchos más modelos que no salen.

Afirmo sin exagerar que no me he gastado ni un duro en Cats vs Pickles desde septiembre. Y quién sabe si lo volveré a hacer, sabiendo que muchísimos modelos no van a salir de Estados Unidos e importarlos no solo es caro: dependiendo de dónde lo compres el paquete en cuestión puede acabar en manos de ciertas compañías mensajeras con menos escrúpulos que un juez de derechas.

Resumiendo: esto me va a hacer odiar aún más la idea de “objetos coleccionables” y bolsas sorpresa. Ah, y los malditos especuladores hinchando precios a ver si cuela. Pero eso ya lo odiaba de antes, así que no sé si cuenta.

El otro interés especial… Bueno, es más colectivo, creo, y la verdad es que en este caso podríamos hablar de… ¿Asesinato? Es un poco increíble si esto se lee sin contexto alguno, pero bueno, voy a intentar explicarme.

Creo que no es la primera vez que escribo sobre Shining Live en este blog. Pero tampoco la tercera. Tampoco creo que la haya. Más que nada porque la compañía detrás del juego ha decidido cerrar los servidores de la versión global del juego justo después de navidad. ¡Qué guay!

Así, amiwis, es como aquí le menda se ha quedado sin contenido que pueda entender de dos de los personajes de ficción que me dan cierto sentido de confort: Reiji Kotobuki y Camus.

Son dos hombres vestidos con un traje de luces. Uno tiene el pelo y los ojos castaños y su traje de luces es verde. Su nombre es Reiji. El otro hombre es rubio, ojos azules y su traje de luces es azul celeste. Este hombre es Camus.

Tener un juego en inglés, aunque muy limitado, estaba bien. No obstante, ahora que Klab ha decidido cerrar el servidor global después de unos casi cinco años en favor de lanzar un juego de Boku no Hero Academia es bastante cuestionable. Porque oye, quizá hace cinco años sacar un juego para móviles de ese anime era UNA SEÑORA IDEA, de esas que puedes decir que imprimen dinero. Pero a unos días de 2023, cuando en mi honesta opinión tiene más sentido sacar un juego de SpyXFamily, me hace pensar que si de verdad Klab está perdiendo dinero a espuertas, es obvio el por qué.

Ojo, nadie me impide ir a eBay ahora mismo, comprar merchandising de cualquiera de mis señoros y admirarlo en toda su gloria. Y claro, puedo seguir escuchando las canciones que vayan sacando… Pero sin saber japonés, sé que no va a ser lo mismo, y más sabiendo que la mentalidad detrás de muchos de estos productos es… ¡Todo para Japón! Es triste, lo sé. No más triste que perder todas las cartas digitales coleccionadas con esfuerzo durante estos cinco años. Que sí, que son jpegs, pero tienen valor sentimental. Y no soy la única persona que se ha quejado de esto.

No quiero preocuparos mucho porque sinceramente lo estoy llevando bien. No obstante, sé que si hubiera sido algún otro de mis intereses especiales, o hubiera pasado en otro momento de mi vida, estaría mucho menos estable. Pero nunca olvidéis que para nosotres, les autistas, nuestros intereses especiales son nuestro refugio. Y bueno, este año me ha quitado dos de un plumazo. ¿Lo peor de todo? Como siempre, poderoso caballero es Don Dinero.

lunes, 12 de diciembre de 2022

La última de Joanne

***ALERTA DE CONTENIDO***

Este es un texto que trata sobre transfobia, más concretamente transmisoginia. Si no estás mentalmente preparade para leer esto, por favor, deja la página. Cuídate.

Un meme de Doge, cuyo texto, traducido, es: "Gente, os aseguro, ser una superviviente de violencia doméstica me da derecho a ser tránsfoba". El meme se burla de J.K. Rowling.

Yo nunca he sido muy fan de Harry Potter, la verdad. Solo me leí los cinco primeros libros, y pasé de seguir leyendo porque me hicieron spoiler de lo que pasaba después a mis tiernos 14 añitos. Recuerdo que, en su momento, me cabreé mucho con el quídam en cuestión, y eso que el chaval me gustaba. Pero ahora, después de todo esto tiempo, quizá tenga que darle las gracias, porque BAIAH.

Después de todos esos años, ahora vivo con el miedo de ver el nombre de J.K. Rowling en Twitter porque no hace falta ser un genio para saber que, seguramente, la señora ha vuelto a abrir la boca para decir alguna cosa, cuanto menos, cuestionable. Que sí, quizá deberíamos haber visto dónde iba a acabar todo cuando empezó a decir que Dumbledore era gay, pero luego no darle ni un momento de ser libremente gay, vaya.

Y si la memoria no me falla, allá por 2019 empecé a llamarla JKTERF por razones obvias. Ya en 2020 no había vuelta atrás: Jotaká tendría que haber mantenido sus estúpidos comentarios en su bolsillo y vivir de la fama y el cariño ganados por Harry Potter, aunque ese silencio implicara que no podría ordeñar nunca más su vaca lechera. Aunque bueno, lo de dejar de ordeñar la vaca es difícil, y si no que se le digan a Nickelodeon con Bob Esponja.

Y así llegamos al día de hoy, en el que casi nadie decente duda del hecho de que la buena de Joanne odia a las mujeres trans, a las personas discapacitadas y a cualquiera que no esté de acuerdo con ella, incluso si eso implica intentar sacarle los colores a la primera ministra de Escocia, sin mucho éxito, en mi humilde opinión.

Hoy es otro día en el que vuelvo a ver el nombre de la susodicha en Twitter, por lo que esperaba más de lo de siempre… Y bueno, no. Pero sí. Es complejo.

Ella y otras cuatro mujeres han fundado un servicio no mixto para mujeres supervivientes de violencia sexual llamada Beira’s Place. En principio, la idea suena bien, ¿verdad? Y como alguien que ha sufrido violencia por el mero hecho de mi cosplay mal hecho de mujer, puedo entender la necesidad de un servicio así.

Allá por 2015 me vi envuelte en una situación bastante mala que, entre otras cosas, me ha provocado trastorno por estrés postraumático, sin diagnosticar. ¿Por qué? Porque aquí cuando le menda intentó buscar ayuda, lo único que pudieron ofrecerme fue un señor psicólogo, a pesar de que dejé muy claro por qué estaba pidiendo ayuda. Y lo siento, yo por ese entonces no quería a ningún tío cerca, y eso que ya por entonces me faltaba el canto de un duro para mandarlo todo a la mierda y vivir libremente como alguien no binarie. Pero claro, el trauma de lo que había vivido en los últimos meses no me iba a dejar abrirme fácilmente a un hombre. Y cuánta razón, porque tardé años en mejorar.

¿A dónde quiero llegar con todo esto? Mirad, chiques, estoy 100% de acuerdo en que las mujeres sufren de forma desproporcionada violencia sexual por razón de género. Patriarcado, lo llaman. Pero, yendo a lo simple: hay personas ahí afuera, como yo, que por fuera parecemos mujeres, pero en realidad nuestras identidades de género no coinciden, pero no podemos o queremos cambiar nuestra apariencia exterior. ¿Qué van a hacer con nosotres, por ejemplo? ¿Me malgenerizarían? ¿Me darían la patada tan pronto como se den cuenta que no soy cisgénero, a pesar de que mi apariencia física no lo da a entender? ¡Ayúdame, Philosoraptor!

Pero ojo, la cosa no acaba aquí. Hasta ahora, no he hecho una distinción real entre mujeres cis y mujeres trans, porque realmente no importa en qué lado estés, porque vas a sufrir el patriarcado igualmente, ¿verdad? Sí… Pero no. No quiero explayarme en este párrafo, pero no hace falta tener a una mujer trans cerca para saber que determinadas situaciones normales para mujeres cis pueden ser mortales para mujeres trans. La misoginia es terrible, pero la transmisoginia es mucho peor.

¿Y qué va a hacer este nuevo servicio con estas mujeres? Sabiendo quién está detrás de él, aún sin saber dónde yacen las opiniones de las otras cuatro fundadoras de Beira’s Place, yo lo tengo muy claro. Les dirán que se busquen la vida, por dulcificar el mensaje.

La transfobia y la transmisoginia en Reino Unido salen muy baratas. Es más, puedo ponerle precio: 600 libras esterlinas. Porque hoy mismo, en Reddit, me he encontrado una noticia de una señora que ha sido condenada a pagar ese importe por tocar los genitales de un chico trans en un bar. ¿Su excusa? Quería proteger a su amiga. De esas 600 libras, sólo 300 irán destinadas a la víctima, debido a multas y costes judiciales. 300 libras que probablemente no cubran la terapia que este chico va a necesitar para sobrellevar el hecho de que una señora se sintió con autoridad de asaltarlo sexualmente.

Mientras tanto, habrá otras muchas personas ahí afuera, cis o trans, que no pueden llevar a sus abusadores ante la justicia, por ejemplo. El sistema está roto, y los pocos recursos que hay ahí afuera están muy limitados o también están rotos, y al final, si consigues ayuda y/o justicia, pues es todo un milagro. Yo no pude conseguir ninguna de las dos cosas, y por ese entonces era una “mujer”. ¿Qué pasa entonces con aquelles que son menos privilegiades que yo, por ejemplo?

Así que nada, aquí estoy, deseando que mi lado cínico se esté equivocando. Pero no me queda ninguna duda que este movimiento es algo más político que un acto de solidaridad. Y que la política sea más importante que hacer algo por ayudar a les demás es algo bastante feo, en mi opinión. Como suelo decir cuando veo cosas así: “así normal que los extraterrestres no vengan a visitarnos, deben estar viendo las chorradas que hacemos y deben pensar que somos gilipollas o algo”.

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