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miércoles, 26 de octubre de 2022

La jeta de Hellena

TW: SUICIDIO

Cuando Quevedo escribió “Poderoso caballero es Don Dinero”, seguro que no se imaginaba que su poema, después de varios siglos, seguiría siendo relevante. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad donde el dinero lo es prácticamente todo, lo cual es bastante malo, y es que casi todas las fechorías que existen ahí afuera tienen una razón de ser: dinero.

La raíz de lo que voy a escribir sigue siendo el susodicho dinero. Más concretamente, una disputa salarial. Pero no me malinterpretéis, la disputa salarial en realidad es lo menos importante. Espero que sepáis por dónde intento ir.

A modo de resumen: hace unos días una actriz de doblaje, Hellena Taylor, se hizo viral por unos vídeos publicados en su cuenta de Twitter. En esos vídeos hablaba de la “ofensiva oferta” de darle voz a Bayonetta en la nueva entrega de la saga. Según Hellena, la oferta de empleo era poner su voz en todo el juego a cambio de 4.000 dólares americanos. Por eso, sugirió que Bayonetta 3 debería ser boicoteado, y el dinero que habría ido destinado a comprar el juego debería haber sido donado a alguna ONG.

Después de que varios medios especializados desmintieran su versión de los hechos, la actriz ha admitido que la oferta real era de 15.000 dólares. También ha dicho que todo esto es una maniobra de la desarrolladora, Platinum Games. Además, ella dijo que publicaría una lista de las 14 ONGs a las que los fans podrían donar, como sugerencia para apoyar su boicot.

Tal lista aún no ha sido publicada en el momento de redactar este escrito, dos días después de las últimas palabras de Hellena.

Hay muchas cosas que están mal en esta situación. Resumiendo el contenido de los tres vídeos que se hicieron virales, la actriz no solo está molesta con la oferta. Está molesta con la compañía que ha desarrollado Bayonetta, está molesta con Nintendo e incluso está molesta con la actriz que ha tomado su puesto. Esto último es cuanto menos curioso, porque Hellena cita como una de las razones para apoyar el boicot el hecho de que los actores de doblaje merecen más respeto y una mejor remuneración. Entonces, ¿por qué hablar de Jennifer Hale de esa manera?

Y sí, hay una razón por la que estoy escribiendo esto en NeuroAwesome.

Hellena dijo lo siguiente en su segundo vídeo: “he sufrido depresión y ansiedad, me he preocupado de verme en la calle, y eso me asustó tanto que tuve pensamientos suicidas”.

Bien, en principio no tendría problema con esta frase. Al fin y al cabo, es una persona hablando de sus dificultades mentales en un mundo donde, si no trabajas o no te valoran lo suficiente, este tipo de cosas suceden. ¿Cuál es el problema, entonces? Bien, estamos hablando de una persona que, valiéndose de mentiras por omisión, que ella misma ha admitido, ha tratado de instrumentalizar su precaria salud mental para ganarse la compasión de los seguidores de Bayonetta, como une servidore.

Mirad, soltar la frasecita “he tenido pensamientos suicidas” para dar pena no sólo es más feo que pegarle a un padre. Es minimizar a todes aquelles que hemos perdido por culpa de esto, a todes les que lo han intentado y han vivido para contarlo e incluso a quiénes nos lo hemos planteado muy seriamente. El suicidio no es un chiste: es un problema muy serio.

Tengo dos razones muy personales por las que esta trivialización del suicido me indigna. La primera: mi abuelo materno decidió quitarse la vida cuando sintió que su existencia ya no valía la pena. Debido a que esto pasó antes de que yo naciera, no sé muy bien los detalles. Aparte, el hecho de que esta conversación sea tabú dentro de mi propia ex-familia complica mucho las cosas.

La segunda razón es la que más me concierne. Para aquelles que no me conocen muy bien, estuve sufriendo diverticulitis complicada entre 2018 y 2021. Mi salud empeoró drásticamente a finales de 2019, hasta el punto que tuve que dejar de trabajar. Mis médicos estuvieron presionando a mi hospital para que me operaran, ya que era el único tratamiento que podía ayudarme. Por desgracia, debido a la llegada del covid, tal operación fue oficialmente cancelada en marzo de 2020. Entonces me quise morir. Estaba planeando cómo morir de forma rápida y sin dolor, porque ya estaba harte de sufrir, de sentirme inútil, de ser incapaz de comer, de tener que tomar una retahíla de medicación religiosamente solo para no morirme. Pero me estaba muriendo igual.

Yo no estaría escribiendo estas líneas de ser por mi novia. Y joder qué aguante, porque no me operaron hasta enero de 2021. Aguanté desde abril hasta enero sin que me diera el chungo de decir “A tomar por culo”. Creedme cuando os digo que me pasaron cosas muy mierdosas que podrían haberlo causado. Pero lo aguanté de alguna manera, y me alegro de haber aguantado.

¿A dónde quiero ir con mi experiencia personal? Escribir estas líneas no ha sido fácil. Saber que he estado a nada de intentarlo tampoco lo es. Y nunca, pero nunca, tendría los santos bemoles de usar mi sufrimiento de esta forma. Y encima mintiendo, como se ha demostrado en el caso de Hellena. Porque, si por lo menos, resultara que estaba diciendo la verdad, al menos se le podría perdonar. Sin embargo, después de que incluso ella misma haya admitido que ha mentido, ese “he tenido pensamientos suicidas” no son sólo palabras: es una instrumentalización de un problema muy serio, y del que no quiero ni necesito pruebas para saber que alguien cercane a cualquiera que esté leyendo esto lo esté sufriendo, de una forma u otra. Especialmente si es alguien autista, ya que tenemos entre 9 y 12 veces más probabilidades de morir así.

Las acciones de Hellena no solo han dañado a sus compañeres de profesión, les cuales lo van a tener más difícil a la hora de hablar de la precariedad de su sector. Sus palabras también están dañando a aquelles que vivimos con problemas de salud mental. Declaraciones como las suyas hacen que se nos tome menos en serio cuando decidimos hablar de lo que nos pasa. Y al final perdemos todes.

No instrumentalicéis el suicidio, por favor. Nunca sabéis a quiénes podéis estar empujando al límite.

¿Queréis que añada algo que hace todo esto mucho peor? Bueno, pues mientras escribía esto he encontrado un tuit con capturas de pantalla que prueban que Hellena Taylor es racista y tránsfoba. Puagh.

Actualización: 29 de octubre de 2022, 21:30 (hora de Canarias/Londres)

De las 14 ONGs publicadas por Hellena Taylor ayer en su Twitter, cuatro de ellas apoyan ideario antiabortista, según fuentes especializadas. Las ONGs problemáticas son Billboards for Life, St. Monica Church, Aid to the Church in Need UK y Missionaries of Charity.

De hecho, otra fuente se centra exclusivamente en Billboards for Life.

Mi conclusión personal es que, tratando de conseguir un mejor salario, del cual no puedo opinar con conocimiento porque no pertenezco a la industria, Hellena se ha mostrado a favor de valores bastante retrógrados, lo cual ha enfadado a muches fans de la saga (yo misme incluíde) por ser el extremo opuesto al personaje que estuvo dando voz.

domingo, 23 de octubre de 2022

Oye, mamá, eres autista

Llevo días pensando en si debería hacer esto, ¿y sabes qué? Debería. Pero no por ti, mamá. Sinceramente, no espero que encuentres esta carta abierta. Porque si lo haces, voy a tener que plantearme muy seriamente cómo de eficaz está siendo mi estrategia de bloquear cualquier cuenta de red social que me sea sospechosa. No obstante, sabiendo lo mucho que me has despreciado desde siempre, también puedo decir con casi total seguridad que no has intentado buscarme. Ni un poquito. Y mejor así.

Hay una verdad que deberías empezar a asumir. Eres autista. Te guste o no.

Lo sé, lo sé, esto puede resultar chocante. Sobre todo por la inmensa cantidad de capacitismo interiorizado que arrastras. El mismo capacitismo que te llevó a odiarme cada vez que intentaba ser yo misme. No importa lo mucho que odies el autismo o a la gente autista. Eres autista. Vivo convencide de que tu padre era autista. Tú eres autista, mi hermano pequeño es autista y yo también soy autista. ¡No es coincidencia!

No vengo a escribir sobre Joaquín porque al fin y al cabo yo nunca le conocí. Pero a ti sí te conozco, y una vez que mandé el capacitismo interiorizado bien lejos, lo vi muy claramente. No soy psicólogue ni nada de eso, y tampoco tengo intenciones de serlo. Sin embargo, toda mi experiencia vivida me sirve para saber si alguien puede ser autista, hasta el punto de que le he dicho a gente que ni se lo olía que lo son.

¿Y sabes qué? Ha habido personas que me han escrito después de muchos años para decirme que tenía razón.

No te digo que busques un diagnóstico profesional si no quieres. Mi suegra está en el mismo cajón. Novia y yo sabemos que es autista, y ella se lo huele también. Pero siempre dice: “A mi edad, ¿para qué?”. Y no la culpo, sabiendo cómo está el patio. Quizá tú sí necesites respuestas, o ayuda, y el diagnóstico sea la respuesta. Si ese es el caso, espero y deseo que quien te atienda sea más amable que yo. Porque no sé si lo has notado, pero yo me estoy moderando muchísimo.

Y sí, puedes usar esta carta. Le ahorrará mucho trabajo a le pobre que te toque.

Voy a empezar por lo más obvio. Lo mucho que sabes de Clint Eastwood y películas del oeste. ¿Tú crees que una persona alista sabría tanto de un tema tan concreto? ¿Así por que sí? No. Lo tuyo es un interés especial, y no tan raro.

El hecho de que prefieras comer cosas como coles de Bruselas, filetes de hígado o mejillones tiene una explicación también. Te gustan las comidas con sabores y olores fuertes porque buscas algo que te estimule sensorialmente. Eso, mamá, es muy, pero muy autista.

Hablando de diferencias sensoriales, el hecho de que te marees en todo medio de transporte habido y por haber también puede ser explicado con autismo. Tu sistema vestibular es tan sensible que técnicamente podrías marearte caminando. Y sí, está relacionado con ser autista, aunque de momento esa relación está establecida porque otres autistas adultes confirman que les pasa.

¿Te acuerdas cuando creías que te estabas quedando sorda? Los médicos te hicieron muchísimas pruebas y llegaron a la conclusión de que a ti no te pasaba nada. Bueno, puede que con la edad sí que esté pasando. No obstante… La única vez que vi a nuestra familia extendida me di cuenta de algo interesante: todo el mundo lo pasaba mal para entender cosas a la primera, y había que repetir frecuentemente. Ahora me doy cuenta de que no es sordera, son dificultades en el proceso auditivo.

Aparte, tú tienes estereotipias, solo que no son tan obvias. Cantas y hablas sola. Todo el rato. Una canción muy concreta. ¿Y sabes quién más tiene estereotipias? ¡Exacto!

Podría seguir y seguir en esos pequeños detalles que suelen escapar, pero tampoco quiero aburrir a quien acabe por leer esto. Y si estás leyendo esto, tampoco es que importe mucho que siga, porque seguro que vas a intentar desmontar punto por punto. Pero yo lo tengo claro. ¿De dónde narices me viene el autismo si no es de ti? Porque de papá ya te digo que probablemente lo que me ha tocado es TDAH. La diferencia es que a papá no lo tiraría dentro de un volcán, así que realmente no tengo razón para ir a por él públicamente.

Entiendo que te va a costar procesarlo. Es más, a mí me costó casi diez años gracias a tu capacitismo interiorizado, y eso si sólo cuento desde que a cierto psiquiatra se le escapó contarme lo mío. Pero es lo que hay. No puedes cambiar quién eres. Puedes aceptarlo y vivir feliz siendo tú misma, como yo estoy haciendo. O puedes hundirte en una espiral de odio y autodestrucción, como Francisco está haciendo. Eso si el hígado no se le ha ido ya a la mierda, claro está.

Si nuestra relación hubiera sido diferente, intentaría ayudar más en serio, pero como siempre he sido la oveja negra de la familia, esta carta es lo máximo que voy a hacer por ti; y eso es si la encuentras primero. Tu problema no es ser autista. Tu problema es cómo has tratado a muchas personas de nuestras vidas. Desprecios que sólo he podido ver claramente una vez que estaba lejos de ti. Porque ahora entiendo por qué no te gustaba un pelo la abuela, por ejemplo. O lo mucho que intentabas controlarme, como si estuvieras intentando vivir a través de mí. Lo tuyo es de terapia.

Es más, gracias a una persona que no voy a mencionar porque ni la conoces, te doy a dar un consejo de gratis: mírate lo tuyo primero, y entonces ya buscas el diagnóstico de autismo. Te lo digo porque podrías usar el ser autista como excusa, como ella adora hacer todo el tiempo. Al final, a nadie le importa que el autismo pueda ser una explicación, porque nunca para de liarla. Y a ti te pasaría lo mismo si lo intentaras, así que mejor no lo hagas.

Podría ser más crude y cruel, pero tengo suficiente con repetir los chistes de Musculitos, de Historias Corrientes. O compararte con Samina, de Pokémon Sol y Luna. Creo que no tengo que dar más detalles de lo terrible que eres, y lo feliz que soy desde que tengo mi propia familia. Y créeme, he aprendido muchísimo de tus errores. ¿Y sabes quién más debería aprender de tus errores? ¡Tú, mi madre!

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