Traducción de "Living in the "real" world", del blog Autistic Zebra.
[Descripción: es una foto de un pasillo de supermercado cuyos bordes han sido editados a propósito para darle un aspecto de pesadilla] |
Hace poco terminé un curso sobre “educar a une niñe con TEA”. Sí, el lenguaje “persona con” era la más leve de sus faltas. Durante una de las clases, la conversación derivó a los colapsos de supermercado. Una de las mamás del curso preguntó cómo sobrellevar uno de estos, y habló sobre lo avergonzada que se sentía cuando esto pasaba. En otras palabras, ella solo hablaba sobre ella y su vergüenza.
Después de varias recomendaciones, como darle la lista de la compra, evitar las horas más ruidosas o usar defensores de oídos, yo sugerí: “O podrías, ya sabes, no llevarle al supermercado para hacer la compra semanal”.
Podías oír el vuelo de una mosca. Era como si hubiera recomendado algo terrible. Finalmente, la mamá ladró: “¡Pero necesito prepararle para vivir en el MUNDO REAL cuando él sea un adulto!”
Bien, soy una autista viviendo en el mundo real como una adulta. Odio hacer la compra semanal. Creo que en realidad casi nadie disfruta haciéndola. Y, ¿sabes qué? Soy la prueba viviente de que puedes vivir en el mundo real Y evitar ir al supermercado. Es algo de lo que me di cuenta años antes de que supiera que soy autista. Hago mi compra semanal online. La hago cada semana desde hace nueve años. Puedo comprar desde la comodidad de mi sofá y recibir mi compra en mi cocina el día siguiente. Además, como lo hago habitualmente, pago una pequeña cuota mensual que me permite recibir todas las entregas que quiera. Además, los puntos de la tarjeta de fidelidad también cuentan, así que entre esto y las ofertas especiales realmente no cuesta tanto. La página web recuerda tus pedidos anteriores, así que puedo elegir un pedido anterior o bien puedo tomarme mi tiempo curioseando cada sección. Todo eso mientras sorbo de una copa de vino frente a la chimenea.
Claro, a veces cometo errores. Como dejar que les niñes pidan lo que quieran y no darme cuenta de que están pidiendo 11 packs de patatas fritas. O como anoche, que olvidé hacer mi pedido hasta la una de la mañana y me confundí con las fechas, así que mi pedido es para mañana, ¡aunque pensaba que era para hoy! O cuando no miro las porciones que ofrece el producto y algo que parece que alimenta a cuatro en la foto realmente solo alimenta a une.
Pero eso es justo lo que pasa cuando vives en el mundo real. Solo porque no parezca convencional no quiere decir que sea menos real.